La sexualidad en Sex,lies and videotapes (1989)
- Pola
- 18 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Una de las escenas que más me impresionó de la aclamada película de Steven Soderbergh sucede cuando Cynthia visita a Graham a su casa para conversar sobre lo que asustó a su hermana Ann. Él le comenta que fueron las cintas de video y le pide grabarla. Cynthia accede y narra sus inicios sexuales. La escena muestra a un sujeto que solo logra la excitación viendo a mujeres hablando sobre sus historias sexuales, lo que muestra una conducta voyeurista, es decir, la líbido de Graham despierta de manera inusual y perversa, como lo define el Diccionario del psicoanálisis:
Perversión: Desviación con respecto al acto sexual «normal», definido como coito dirigido a obtener el orgasmo por penetración genital, con una persona del sexo opuesto. Se dice que existe perversión: […] cuando el orgasmo se subordina imperiosamente a ciertas condiciones extrínsecas (fetichismo, […], voyeurismo).[1]
La cualidad del individuo produce que Sex, lies and videotapes le giñe un ojo al cine erótico que, como plantea Ramos, J y Marimón, J. (2002); es un “género que engloba filmes cuyas tramas se basan en la atracción sexual de los personajes.”[2] A pesar de que la película no tiene escenas con sexo explícito, el primer trabajo cinematográfico de Steven Soderbergh se sostiene de la kinésica de los personajes y sus relaciones para excitar al espectador.

El director estadounidense maneja la sexualidad sutilmente con un tempo gradual. La cinta no muestra, pero sí utiliza unos de los modos de expresión de las películas eróticas: sugerir[3]. Lo erótico transcurre en un ámbito subterráneo, hasta subliminal. Las represiones, lascivia e impotencias sexuales destacan en conversaciones cotidianas que develan la psicología de cada personaje.
Únicamente se logra conocer a los personajes por sus pensamientos sobre el sexo, un par con sus inhibiciones y el otro con su lujuria desmesurada. La sexualidad es la piedra angular de las relaciones entre los cuatro protagonistas. Soderbergh muestra un modo de realizar un drama erótico que no cae en la pornografía, sino en la insinuación sensorial.
[1] Laplanche, J. y Pontalis, J. (1996) Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: Paidos. Pag- 272.
[2] Ramos, J y Marimón, J. (2002) Diccionario del guión audiovisual. Barcelona: Océano. Pag-214.
[3] Pinel, V. (2009). Los géneros cinematográficos. Barcelona: Robinbook. Pag-126.
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